Es sin duda un tema recurrente en nuestro país, la calidad en la construcción de viviendas sociales, forma parte de la critica diaria la mala calidad y la inestabilidad de los materiales que se utilizan para fabricarlas, resulta imposible olvidar el periodo de las llamadas casa “copeva” viviendas que sin duda mostraron las deplorables condiciones de construcción de la empresa, y la poca supervisión que evoca el estado a las inversiones que realiza en esta materia, no paso mucho tiempo cuando aparecieron a la palestra las casas “chubis” vistosas mini viviendas que pasaban por alto la estética y la sobriedad de una vivienda digna, no solo se presentan este tipo de problemas en la región metropolitana, hace no muy poco tiempo la televisión nos enrostraba nuevamente viviendas sociales denigrantes, así fueron conocidas y renombradas las “casetas sanitarias en Malloa y Machali”, casas de entre 9 y 12 metros de construcción levantadas en terrenos extremadamente blandos corriendo el riesgo de derrumbarse en cualquier momento o ante cualquier catástrofe
“La política de vivienda ha llevado incluso a construir fuera de lo que es considerado como ciudad. Es así que cuando se fijaron los límites de crecimiento urbano en el PRIS del 60 y PMRS del 94, y los precios de las áreas urbanizables subieron, el MINVU no tuvo acceso a terrenos del valor que podía pagar, que en los 90 rondaba los 0,8 UF/m2. Esto llevó a que el propio ministerio, en repetidas oportunidades, cometiera una de las incongruencias más grandes según mi opinión, extender el límite que ellos mismos proponían como necesario. De esta forma compraban terrenos baratos fuera del límite, realizaban sus proyectos y luego extendían el límite, para que las viviendas construidas estuvieran en la ciudad. Esto, además de extenderla desplanificadamente la ciudad ha traído consecuencias aún mayores, ya que en muchos casos el MINVU no se preocupó de construir la infraestructura urbana necesaria para los nuevos terrenos.
Así el propio Gobierno impuso estándares insuficientes a los proyectos de vivienda social, lo que ha causado que actualmente en la periferia se observen grandes extensiones de acumulaciones de casas sin la infraestructura ni servicios necesarios. Es importante considerar que este fenómeno tiene su origen en las erradicaciones de campamentos de las zonas orientes y centrales de Santiago durante el gobierno militar, las que fueron enviadas a la periferia sur poniente de la capital, marcando una tendencia que hasta hoy no ha podido ser revertida.”
Nuevo proceso…
Hoy se ha iniciado un nuevo proceso en el área de las construcciones de viviendas sociales, declarando fundamental por parte del estado el confort y la cobertura de las necesidades que posee una familia Chilena, es por ello, que se han establecido parámetros y criterios de construcción específicos, que salvaguardan la seguridad y la aplicación de materiales de construcción eficaces y de buena calidad. Así si en un tiempo pasado las viviendas sociales eran instaladas en la periferia de la ciudad, hoy se busca insertarlas y construirlas en la ciudad misma, evitando la marginalidad que en un pasado marco pauta, si antes se priorizaba cantidad por calidad, hoy se ha cambiado todo, porque se realiza un examen exhaustivo para que la construcción sea optima.
“Estarán las mejoras constructivas gracias a una mayor rigurosidad en las especificaciones técnicas de los proyectos, que junto con una mayor fiscalización y evaluación de los proyectos, evitaran que los “esfuerzos y buenas intenciones”, se transformen en indignas y vergonzosas viviendas. Se aumentará también la superficie de estas viviendas de los 28-40 m2 que actualmente tienen a 38-40 m2, incorporándose a la vivienda de un baño, cocina, sala de estar y una pieza, una nueva habitación, a la que luego podrían sumarse otras 2 cuando se alcance el área máxima de ampliación.”